Nuevas masculinidades y blockbusters

¿Y si «The Rock» es el ejemplo para los hombres feministas del futuro?

Empecemos por el principio, Schwarzenegger, del que ya hemos hablado en este blog:

Si hablamos de un hombre nacido en Austria en el 47, campeón de Mr Olympia 7 veces seguidas y presidente de California por el partido republicano difícilmente podemos pensar en él como un ejemplo de feminismo. Nada más lejos de lo que afirmo aquí, el bueno de Arnold siempre ha evitado soltar comentarios polémicos, pero sus ideas se alejan bastante de la lucha por la igualdad entre géneros.

Bien, dicho esto, se suele relacionar el género de blockbuster masculinizado violento y a sus actores fetiches con una versión tóxica de la masculinidad. Y sin tratar de negar esa realidad, en este post trataré de ahondar en la posibilidad de que haya más detrás de ese simple prejuicio.


Para hablar de nuevas masculinidades tenemos que definirlas. No es concepto reciente pero si relevante en el contexto actual y habla de la ruptura con las masculinidades hegemónicas en pro del feminismo, pero como no soy un experto en este tema (ni en nada que no sea la vida y tragedia de Isabel Pantoja), os dejo un artículo que lo resume bien.

Eldiario.es – Nuevas masculinidades: la igualdad de género construida desde los hombres

» Y junto a ello, dos aspectos específicos en los que la desigualdad entre hombres y mujeres se hace evidente y que merecen especial estudio. El primero, el concepto del cuidado personal:»

» El segundo de los aspectos evidentes de la desigualdad entre hombres y mujeres es la violencia.  «

Ok, a Arnold estas cosas no le preocupan mucho en su día a día. Aunque examinando su carrera si que podemos encontrar películas en las que son un tema recurrente. La violencia es protagonista siempre, pasando de películas como Commando que son un festival de tortas a Conan el bárbaro que es una apología de la violencia más brutal, pero fijándonos podemos ver otro elemento que se repite una y otra vez.

En estos cinco ejemplos vemos un tema en común, el enfrentamiento con la realidad de un hombre que no ha sido educado en los cuidados de niños por un sistema patriarcal que delega ese trabajo en la mujer. Es la realidad que hace necesarias las nuevas masculinidades y Schwarzenegger es el caballo de Troya perfecto para hacer entender a todos los hombres esta realidad. Es EL héroe por excelencia pero su mayor falla, y que tiene que superar, es la de no saber cuidar.

Y es que es difícil. El cuidado emocional y educacional se ignoran en la formación de los hombres hasta tal punto que sus juguetes nunca incluirán a bebés que cuidar, como en el caso de las niñas. Es por eso que la masculinidad hegemónica se convierte en violencia, no tanto por la integración de esta sino por la falta de los cuidados. Estas películas lo reflejan una y otra vez y, a su vez, reflejan lo importante y satisfactorio que es aprender a cuidar y a no delegar ese papel únicamente en la mujer.

Podríamos hablar también de Junior, en la que Schwarzenegger se queda «embarazado» pero es tan insultante para tantos colectivos y tiene un olor a Varón Dandy y puro que echa para atrás que vamos a hacer como si no existiera.

Y cuando hablamos de cuidados y nuevas masculinidades tenemos que evitar caer en un gran estereotipo, y es que los cuidados no siempre son hacia los niños. El papel de la mujer en el sistema patriarcal pasa también por otro cuidado, el de los ancianos. Y aquí vamos a hablar del otro gran héroe ochentero, Sylvester Stallone.

En ¡Alto, o mi madre dispara! el detective rudo y sin sentimientos que caracteriza Stallone se enfrenta a tener que cuidar a su madre y a evitar que esta se entrometa en su vida de adulto.

Aquí vemos por un lado un problema de cuidados en un sentido bilateral, de Stallone a su madre que se pone continuamente en peligro, y de Estelle Getty a su hijo, que ha olvidado lo que es amar y cuidar a alguien. Por otro lado tenemos un problema de masculinidad frágil, ese gran término que a unos tanto duele pero cuya relevancia en el contexto del feminismo en redes es indudable.

El personaje de Stallone es capaz de odiar a su propia madre y querer apartarla de su vida porque esta le pone en rídiculo. Ese «ridículo» suele ser hacer muestras de amor de su parte, enseñar sus fotos de niño, contar historias de como solía llorar…etcétera.

Y este es el ejemplo perfecto para explicar la masculinidad hegemónica que aparece sobre los 6-7 años, en el momento en el que se pasa a ser un «niño» propiamente dicho y se comienza a escuchar «los hombres no lloran» o, de una manera expresamente machista, «llorar es de niñas». A los chicos se les exime de cualquier responsabilidad emocional y se les aleja de la expresión de sentimientos a través de insultos y comparaciones acerca de su «masculinidad». Esto crea una base de hombres que no son capaces de reconocer sus sentimientos, expresarlos o cuidar a alguien y que solucionan sus problemas desde la violencia, arrogancia o superioridad. (O con un vaso de whisky seco a las 11 de la mañana, el alcoholismo y la masculinidad dan para unos cuantos libros que enfadarían al ejército de pedantes cinéfilos).

Y cuando se rompe esta masculinidad duele. Y se suele solucionar poniéndose a la defensiva. De ahí que las reacciones contrarias al feminismo partan desde una perspectiva de «¿Y nosotros qué? Sois vosotras las que estáis mejor y tenéis ventajas». Cuesta entender que sea el machismo es que prohíbe a los hombres llorar como efecto secundario de la desigualdad sistemática de la mujer y cuesta mucho más luchar contra ello. Similar a lo que ocurre con el famoso caso de las entradas gratis para mujeres en las discotecas, es una situación aparentemente ventajosa pero que parte de una visión machista y legitima comportamientos erróneos.

Hacen falta ejemplos, y aquí llegamos al mejor de todos. Dwayne «The Rock» Johnson.

Los ejemplos de las nuevas masculinidades no pueden nacer de hombres ya deconstruidos puesto que no van a empatizar con una lucha que desconocen. Hay que externalizar esa lucha como hace Schwarzenegger y nadie lo traduce a la época actual como The Rock y sus películas.

La montaña embrujada

En estas 3 películas, aunque se podrían coger más de su filmografía, el gigante Dwayne Johnson es muy «macho» hasta que aparecen unos niños en su vida. Los niños le cambian a mejor, pasa de ser insensible y no pensar en los demás a aprender a cuidar y expresar sus emociones. Y este aprendizaje es a base de errores y usando a la familia como riesgo inadmisible, es decir, sería capaz de hacer lo que sea por ellos y ahora le toca cambiar y deconstruirse.

Sí, son cambios pequeños, son matices, son subtramas. Pero poco a poco sirven de ejemplo para desafiar esa versión de la masculinidad que tanto daño ha generado, primero a las mujeres y, después y sin olvidar que es en un segundo plano y colateral, a los hombres.

A mis hijos les pondré películas de Schwarzenegger y The Rock para educarlos, porque me han educado a mí y son el primer paso para un largo camino hacia una nueva masculinidad que piense en cuidados, cuidados a puñetazos.

El día que Arnold se quedó de piedra

En la terrible película con terrible premisa de Tesoro del Amazonas, 2003 (The Rundown) hay un pequeño cameo del rey Schwarzenegger en el que pasa el testigo de su reinado a Dwayne «The Rock» Johnson de forma evidente.

«Que te diviertas»

Puede parecer un simple cameo divertido en una película mediocre de 2003 en la que conoce por primera vez a The Rock, y es eso realmente, pero también mucho más.

En 2003 Dwayne Johnson no era más que un actor y jugador de fútbol americano fallido que pagaba sus facturas participando en la WWE como «The Rock» haciendo espéctaculo gracias a su cuerpo de gimnasio. Había participado en la saga La Momia con nuestro querido y olvidado Brendan Fraser para luego tener su propio spin-off como Rey Escorpión, esa película que quedó como la perfecta máquina de crear siestas.

Aparte de un cameo en Hannah Montana que hoy se criticaría por razones evidentes y otra película de siesta como Pisando Fuerte, The Rock siguió siendo un habitual de cameos y wrestling sin llegar a diferenciarse, hasta esa maravilla llamada La montaña embrujada.

¿Qué por qué Maravilla? Por dejarnos uno de los grandes primeros memes que usan fotogramas de películas.

Comic Sans irregular, la fuente de la post postmodernidad

A partir de ese exitazo juvenil Dwayne Johnson dejó claro que esa iba a ser su carrera y que tenía claro potencial para convertirse en uno de los grandes del cine de acción blanco.

De ahí comenzó a trabajar en varias películas cada año convirtiéndose en la salvación de sagas como Fast & Furious y el actor cliché para recuperar otras nostálgicas como Jumanji o Baywatch.

Ese paso de testigo se realizó 6 años antes del paso de The Rock a Dwayne Johnson pero Schwarzennegger tiene sus dotes de adivino (y quería librarse de ser actor en nada para dedicarse a la política).

Arnold Alois Schwarzenegger también se dedicó al deporte espectáculo antes de ser actor ganando Mr Olympia con 20 años.

Cuando empezó en el cine lo hizo en el papel de Hercules en Nueva York, una terrible película que se basaba en sus músculos para hacer sketches pero que con un Arnold que apenas sabía inglés y que tuvo que ser doblado por encima no tenía mucho que aportar aunque ahora es considerada película de culto por cosas como esta:

¿Quién también hizo una adaptación terrible de hércules?

Aunque la mejor adaptación cutre de Hercules se la lleva esta producción italiana con el genio del músculo Lou Ferrigno.

Sigamos. La saga que realmente dejó que Arnold probara el cine fue Conan el Barbaro, una saga de fantasía en un falso mundo medieval. ¿Os suena de algo? Parecida premisa a la del Rey Escorpión.

Y después de Conan llegó Terminator, llegó Depredador, llegó Commando y… Poli de guardería. Así Arnold comenzó a alternar películas familiares con otras de ciencia ficción o acción violenta sin dañar su carrera pero pagando sus facturas.

A su vez tenemos a Dwayne Johnson, que tras películas de acción para mayores de edad como Doom o Pisando Fuerte le llegaron opciones de Disney que no pudo rechazar como Papá por sorpresa o Rompedientes. Niños, sí, pero también tortas en películas con mucha violencia y acción como Fast & Furious, que intercala con Moana.

Y el golpe final para esta comparación me lo dan dos de mis películas favoritas: Los gemelos golpean dos veces con Arnold Schwarzennegger y Danny DeVito y Un espía y medio con Dwayne Johnson y Kevin Hart.

Las dos películas tratan de uniones poco naturales entre un fortachón y un menudo sin el cual no podrían realizar su misión importante con un toque de humor pero escenas de acción clásicas.

Si después de estas dos escenas no te queda claro, te dejo otro momento para la historia en el que estos dos mitos se llegaron a conocer, en 1999, con un The Rock joven apasionado del cine de acción que triunfaba como estrella de Hollywood. Lo que dice Arnold nos vuelve a dejar con la intriga de si es el adivino de las estrellas.

Todos somos contingentes pero este blog es necesario

2019 está siendo un año raro:

  • Han vuelto los Jonas Brothers.
  • Un huevo ha batido todos los récords en instagram.
  • El expresidente es testigo en un juicio sobre un referéndum.
  • Nos hemos olvidado un poquito de Rosalía.
  • Solo falta que a la Pantoja se le aparezca el fantasma de Encarna Sánchez.

En esta simulación que nos ha tocado vivir las cosas están más locas que nunca y entre todo ese ruido quizás es difícil que se escuche lo que quiero transmitir con este blog, pero no me preocupa demasiado porque os tengo a vosotros, mi querido nicho.

Esta palabra siempre me ha resultado curiosa, sobre todo por su diferencia de acepciones: Para mi abuela los nichos son las camas donde los matrimonios, y solo los matrimonios, cumplen su responsabilidad reproductiva con la humanidad. Mientras que para mis amigos jugones un nicho es esa gente con la cabeza demasiado malformada como para disfrutar de un juego como Dark Souls.

Por mucho que quiera a mi abuela y lo muchísimo que disfruto de su léxico, en esta ocasión tengo que usar la acepción que se refiere a estos sádicos.

Espero que vosotros seáis mi nicho y que vengáis a este blog por su diferencia con el resto del contenido que hay ahí fuera porque sí, podéis encontrar contenido sobre folklore y también sobre cine de acción pero ni con mis conocimientos de las profundidades de internet he conseguido encontrar algo parecido a esta mezcla.

Además, os hablo a vosotros, millenials y postmillenials, con el discurso y lenguaje que os gustan. Gifs, hilos de twitter, stickers, reacciones divertidas, referencias a cultura de años que no vivisteis, es vuestro pienso diario.

Es lo bueno de tener un tema tan concreto como eje vertebral del blog, si no funciona puedo echaros la culpa a vosotros o a las modas porque en cuanto a la tecnología soy mejor que el mismo Paco Martínez Soria en Estoy hecho un chaval (1977).

Y es que las modas y las tecnologías lo cambian todo pero no las historias que nos siguen gustando. No me digáis que este hilo de Twitter, uno de los mejores de 2018 según ese medio de referencia de lo viral que es el Huffington Post, no tiene el mismo núcleo narrativo que básicamente cualquier película en la que apareciera el gran Paco Martínez soria.

Una madre de pueblo que se pierde en la capital, clasismo, sí, pero no nuevo.

Antes de que busque más excusas para meter escenas de ¡Se armó el belén! (1969) voy a ir cerrando con una conclusión. Si no funciona este blog no será culpa vuestra, ni de mi procastinación, planteaos la posibilidad de que el niño que esté jugando a los Sims con nuestras vidas me haya dejado encerrado en una piscina sin escaleras en una creación que tiene lo mismo de inocente que de sádica.

Cosas más raras han pasado en este universo:

Presentación no formal

Come and read

«Wow otro blog con nombre semioriginal que trata de recomendarme cosas ya mainstream»

Tú mismo

Sí.

¿Para que mentirnos?

Lo único que voy a intentar hacer con este blog es que ciertas personas se acerquen más a mi punto de vista cultural a través de críticas semiacadémicas y contenido poco organizado.

Pero… ¡eh! No hay muchos blogs en los que vayas a encontrar una defensa férrea tanto de la saga Fast & Furious como de la carrera musical de la Pantoja.

El caso, voy a intentar defender el porqué deberías acudir a este blog una vez a la semana mínimo sin sobrecargar la página con gifs de Dwayne Johnson.

Todo contenido nace de una necesidad y este caso no es una excepción. La necesidad de la que nace es la de demostrar que todos los estereotipos y prejuicios contra una cultura concreta (la que a mí me parezca relevante comentar) no están justificados. Hablamos de todo ese entretenimiento que ha sido denostado por la etiqueta del mainstream que convierte todo lo que toca en algo a evitar por los académicos y conocidos del medio.

Es hora de eliminar ese concepto de «guilty pleasure» porque si algo nos gusta no puede ser simplemente por un acto de fe o inconsciencia, tiene que haber algo detrás que convierta esa obra en un referente en diversión no solo a nivel individual sino mucho más.

De ahí el nombre del blog. Si hay dos titanes del entretenimiento que suelen estar denostados por crítica y público pero a la vez permanecen e influyen en la cultura popular a niveles increíbles son el cine de acción y el folklore nacional y regional. No tiene sentido hablar de la cultura pop sin el cine palomitero de los 80 y 90 y tampoco hablar de música en España sin la copla, flamenco y otros. Y, sin embargo, estos dos conceptos se quedan en las salas de cine y los conciertos sin que se les dé la importancia que tienen a nivel sociológico y cultural. Es hora de darles lo que se merecen.

Por un lado, el cine de acción más palomitero, esas sagas interminables con actores que cobran 6 cifras por minuto de trabajo y explosiones dignas de los mejores sueños húmedos de michael bay.

Por otro, ese costumbrismo musical español, todos esos artistas que han trabajado desde la copla hasta la jota dejando canciones que nunca saldrán de la mente popular y que ahora redescubrimos las nuevas generaciones gracias a Rosalía, bendita Rosalía llena eres de gracia.

En este blog vamos a analizar y teorizar sobre todas estas obras con el cariño y la pasión que se merecen, sin entrar a valoraciones sobre lo profundas que son o lo que intentan enseñar para dejarlo todo en el plano del puro entretenimiento.

Y no tiene sentido criticar a la crítica haciendo lo mismo que hace la crítica así que se acabaron las turras indescriptibles, vamos a darle una vuelta a la forma de contar cosas y aprovechar todos los medios que nos dan las redes sociales, por eso deberíais esperar cosas como hilos de twitter, gifs, videoensayos, storys de instagram o música para darle a toda esta narrativa una vuelta más.

Con todo esto dicho y avisado no me queda más que daros la bienvenida a esta web en la que espero que no descubráis nada nuevo pero si os quite el miedo a dejar entrar en vuestro corazón magníficas obras.